El martes 8 hubo en Cobeña, un pueblo al lado de Potes, una misa y una comida para celebrar la fiesta de la Inmaculada. La misa fue en una ermita que apenas caben 35 personas y el pueblo es de 25 personas así que se llenó porque vinieron gente de otros pueblos, fue entretenido cuando los niños salieron a leer y la gente cantaba. Al final de la misa sacaron a la calle a la virgen María Inmaculada. El sacerdote les regaló a los niños unos caramelos y un bolígrafo por el buen trato con la gente. Luego se iniciaron los pinchos y las comidas en casas de los vecinos.
Dentro comenzando la misa.
Todos miran a la virgen.
Dentro comenzando la misa.
Todos miran a la virgen.


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